martes, 23 de diciembre de 2008

El protocolo de las cenas de Navidad


En estas fiestas las familias se reunirán en torno a la mesa. El Protocolo puede ayudarnos a que todo sea un éxito. Lo primero de todo es saber cómo poner adecuadamente una mesa de navidad, pero también, y no menos importante, es saber cómo organizar a los invitados, cómo comportarnos y también cómo vestirnos. Vayamos por partes y por orden.

¿Es adecuado preparar un aperitivo antes de la que posiblemente sea una copiosa cena?


Sí. Ameniza la velada y da un tiempo de margen para que lleguen todos los invitados, y a que nosotros rematemos temas culinarios en la cocina, etc. El aperitivo es un buen entretenimiento para todos y un buen aliado del anfitrión.

El aperitivo No deberá ser muy copioso. Como básico algo que pueda ser cogido con la mano y que no requiera plato. Entre las bebidas no se servirán aquellas de alta graduación. Son correctas en general cerveza, vino y refrescos



Respecto a menús hay mucha variedad, según gustos y tradiciones, pero ¿Cuál podría ser el más adecuado?

La Navidad es una gran fiesta gastronómica. Las tradiciones populares hacen que los menús sean muy distintos en función de la región/autonomía donde estemos.


Independientemente del menú elegido los ingredientes serán de primerísima calidad y las cantidades las correctas.

Haga lo que mejor sepa y el cariño hará el resto, lo importante es estar juntos. Por si acaso, no experimente platos nuevos con su familia estos días si no quiere provocar desastres.

Lo adecuado es contar con entrantes y/o consomé y un segundo plato (pescado o carne). De postre la piña natural y el sorbete de limón son muy digestivos.

Como tradicional, en la Casa de Alba se cena pavo en Navidad, bien relleno de arroz o de salchichas, entre otras variedades, de primer plato lombarda, consomé, caviar o mariscos, no faltando tampoco la langosta. Según las crónicas, el pavo de Nochebuena tuvo su origen en México en el S. XVI. Los aztecas se lo hicieron probar a Hernán Cortés, a quien le agradó y lo llevó a España.

Si hay niños en la mesa prevea un menú infantil de fiesta acorde a sus edades.


A la hora de poner la mesa ¿dónde y cómo poner cada cosa?

Partiendo de las dimensiones que tenga la mesa (o las mesas) hay que calcular un espacio mínimo recomendado por invitado de unos 75 centímetros de ancho. Apurando un poco, 65-70 centímetros, pero nunca debería ser menor de este espacio por invitado.

Es también el momento de lucir y presentar impolutas la mejor mantelería, vajilla, cubertería y cristalería.

A mediados del S.XIX que coincide con el periodo isabelino se impone el servicio a la rusa, de origen francés que sienta las bases del protocolo y servicio de mesa actual.


El mantel
Bajo el mantel es recomendable poner un protector o muletón que proteja la mesa, amortigüe los golpes, evitando que cualquier percance pueda estropear la mesa.

El mantel, por supuesto, deberá estar limpio, bien planchado. Además del tradicional blanco, siempre correcto, en esta época del año puede ser con fantasía


El bajoplato ¿es indispensable?

No, pero viste mucho. Puede ser de cerámica o de metal. Lo ideal, la plata. Su acompañante perfecto es un platillo para pan a juego.
El bajoplato se alineará con el borde de la mesa


¿Cómo se ponen los platos? ¿Y el del pan a la derecha o a la izquierda?

Por orden y de abajo a arriba: plato llano o trinchero, plato hondo o taza de crema y consomé o cuenco.

A la izquierda el plato de pan, a juego con el bajoplato, pero más pequeño.


¿Dónde es correcto poner la servilleta?

La servilleta la colocaremos encima de cada plato.

¿Cómo se colocan los cubiertos? Si nos tenemos que levantar cómo se dejan? ¿Y si ya hemos terminado, cómo se colocan sobre el plato?

Se colocan en el orden inverso al uso. El tenedor de pescado y de carne debe ir a la izquierda, por este orden, de fuera hacia dentro, cuchara y cuchillo, a la derecha, por este orden, también de fuera hacia dentro del plato, los filos del cuchillo mirando a la izquierda.

Los cubiertos de postre delante de la vajilla y de esta forma, tenedor, cuchillo y cucharilla.

Si hace una pausa mientras come, para hablar, levantarse (aunque no se debe levantarse a media comida) o por cualquier otra razón, los cubiertos se dejan uno a cada lado del plato, pero dentro del plato, no apoyados en el mantel. Para indicar que hemos terminado un plato se dejan lo cubiertos juntos en la posición de las cuatro y veinte.

Hay muchas copas ¿qué orden llevan y cómo distinguir para cual es cada una?¿ Hasta qué altura se sirven?

De izquierda a derecha se colocan las copas. La primera a la izquierda la copa de agua, más grande que las de vino, a continuación la de vino tinto y por último la de vino blanco, Detrás de ellas según se mira dirección al plato irá la de cava, fina y más alta de lo normal.

Las copas nunca se llenarán del todo, sino sólo a un 2/3 de su capacidad.

Las bebidas se sirven por la derecha sin apoyar la botella en la copa y sin levantar la misma de la mesa.

¿Algo más para la mesa?

Si hay saleros, vinajeras, etc. se debe colocar un juego por cada 6 - 8 comensales.


Además de la cubertería, cristalería y vajilla está la decoración. ¿Cómo debemos decorar una mesa de navidad?


En caso de usar flores que no formen centros altos que impidan ver al resto de comensales, ya que la conversación es fundamental a la hora de compartir un almuerzo o cena. Es un detalle espléndido poner velas. Una variante la encontramos en la mesa de la Duquesa de Alba donde en una bolsa incluyen flores secas para aromatizarla.


¿Cómo ordenamos a los invitados?


Las señoras suelen tener mayor precedencia que los caballeros (por ello se las sienta a la derecha de éstos), los mayores la tienen sobre los más jóvenes (y a ciertas edades, sobre las señoras también). A edades iguales, el sexo es lo que da mayor precedencia.

Lo ideal con alternancia entre hombres y mujeres

La anfitriona o anfitrión estará cerca de la puerta de la cocina t presidirá la mesa . A la derecha del anfitrión se sienta la señora de mayor categoría o rango de la reunión y, a la derecha de la anfitriona, el señor de mayor rango o categoría.

El servicio de mesa empieza por la señora de mayor importancia y luego sigue por el resto de señoras. Posteriormente se sirve a los caballeros y en último lugar se sirve a los anfitriones.

Tenga en cuenta que los alimentos se sirven por la izquierda, los platos se retiran por la derecha y las bebidas se sirven por la derecha.

Nadie debe empezar a comer hasta que no hayan servido a todos, salvo que alguno lo pida o los propios comensales le indiquen que puede empezar sin ellos (para tomar el plato en su punto).

En el segundo plato no hace falta esperar.

Las bebidas siempre se toman sin tener comida en la boca y una vez que nos hemos limpiado los labios. Lo mismo haremos al terminar de beber, limpiarnos los labios con la servilleta.


Una vez terminada la cena ¿Se sirve café en la propia mesa o hay que irse a otro lugar?

Una vez que se llega a los postres se retiran de la mesa todos los útiles que ya no se utilizarán: vinajeras, aceiteras, salseras, saleros, cubiertos no utilizados, etc. El pan solo se deja si hace falta para el postre (por ejemplo, si se va a poner algún tipo de queso en el postre). De lo contrario también se retira.

Es recomendable pasar también un recoge-migas para dejar la mesa un poco más limpia.

Tras el postre será la hora de la sobremesa y el café, que sólo en estas fiestas se permite tomar en la propia mesa y que irá acompañado de los tradicionales turrones de Jijona y dulces navideños. El turrón alegra la mesa de Navidad desde el siglo XVI.

Si va a terminar con espumosos recuerde que requieren un descorche discreto. Hay que servirlos frríos, no helados. Para brindar no es necesario chocar las copas, sencillamente acérquelas. Idóneos son el Cava español (desde 1872) Champang francés o sidra asturiana y serán servidos en copas largas y finas que preserven su aroma y propiedades.


La música ameniza ¿Cuál es la idónea?

Villancicos variados y a un volumen que no moleste la conversación. En España los preferidos son “Adeste Fideles”, “el Tamborilero” y “Noche de paz”. La palabra villancico es un diminutivo de la palabra villano. Los villancicos eran canciones populares, heredadas quizás de las que presidían antiguos cultos paganos que acompañaban las fiestas navideñas de la mano de los juglares y otros músicos danzantes. En el renacimiento prosperó el villancico profano.


¿Cómo debemos vestirnos para estas celebraciones de Navidad ¿Los caballeros? ¿Las damas? ¿Los niños?

Vestirse de fiesta en Navidad no es caer en la carnavalada de los excesos.

El smoking como traje de gala en los caballeros es casi una reliquia, y salvo en actos muy concretos no se usa. Si por cualquier razón se ve obligado, sepa que el smoking tiene modas y este año lo más chic es el smoking sin cuello smoking, es decir, con solapas de pico tipo americana. Si la fiesta o celebración no requiere atuendo de gala o gran gala ( frac) los caballeros siempre deberán vestir con traje oscuro, camisa de color liso y corbata de seda.

En el caso de las damas, y dependiendo de la fiesta a la que acudan, podrán optar por el traje corto de cocktail, el smoking femenino ( tan de moda esta temporada y que Ives St. Laurent ya popularizó en los años 70) o bien el traje largo.

Acierte con telas de calidad, hechuras sencillas y caída impecable, con un toque de fantasía pero sin estridencias. Sutil sin caer en ostentación epidérmica.

Como complemento indispensable los zapatos o sandalias de tela, nunca de piel y de un tacón razonable y no insano que le amargue el gesto o la velada.

También prevea chal o mantón para fríos inoportunos, guantes de seda (no de piel) y cartera o bolsito de noche (sí, ese en donde no cabe casi nada).

Cuidado con los complementos. Si tiene joyas, lúzcalas, pero sin ser un muestrario viviente. Si opta por la bisutería cuidado con los tamaños y los brillos. La combinación de traje de fiesta y adornos XXL puede aportarle un aspecto equívoco que no hace falta explicar.

Respecto al maquillaje también es momento de elegir: o se esmera en los ojos o repara en la boca, ambos nunca. Como salvoconducto de belleza mime su piel antes de las fiestas y necesitará menos cosmética.

En cuestión de pintura, para las menores de 20 y las mayores de 45, menos es más. Por último, respecto al peinado, los recogidos son muy elegantes, pero nunca acompañados de adornos de gran tamaño.

Para los más pequeños el atuendo también es importante, pero cuidado. Vestirles de fiesta no es disfrazarles de pequeños bufones. Para las princesas, terciopelo, charol, cuadritos escoceses y lazos en su justa medida. Para los príncipes, en un exceso póngales corbata como papá, y evite las pajaritas.


¿Y el fin de año, las uvas y las celebraciones?

La tradición de tomar doce uvas con las campanadas de fin de año nació en Alicante en 1909 para dar salida a un excedente de uva de la región. Esta idea se extendió por toda España, como símbolo de fortuna y buena suerte.
Tras las doce uvas que deberán prepararse en platos individuales y quitarles previamente las pepitas para evitar atragantamientos, da comienzo el cotillón, fiesta o baile de Nochevieja, siendo una fiesta más social que familiar que fue importada de Francia a principios del siglo XX y que puede celebrarse en el propio hogar o en locales públicos como bares, discotecas, hoteles…) Si lo celebra en casa no olvide que entre las 5 y las seis de la mañana es el momento del chocolate para reavivar fuerzas. Tras el cual, es preceptivo que los invitados se despidan.


Los trucos para estar toda la noche espléndidos y terminarla con clase son los siguientes:

No beba en exceso. Un truco es alternar alcohol y bebida sin alcohol.
A media noche tome el resopón, es decir algo de comer o sus cifras de azúcar caerán en picado y estará agotado.
Las señoras retoquen al menos dos veces sus maquillajes y peinados.
Si su idea es ver amanecer combine momento de baile con quietud de charla.
No entre en conversaciones profundas, puede ser indiscreto o falto de tacto, el ambiente festivo descontrola.
Acuda con la mente en blanco a la fiesta, esto nos lo dicen los psicólogos. Si vamos predispuestos a divertirnos en exceso las cosas irán mal. Déjese llevar y disfrute.
Al llegar a casa tómese algo para el dolor de cabeza, aunque no le duela y un vaso de leche caliente, verá el milagro.


Aprovecho la ocasión para desearles unas pacíficas, alegres, y elegantes fiestas, un próspero y feliz año nuevo y que los Reyes Magos les traigan mucha salud, paciencia y mesura para saber ser, para saber estar. Feliz Navidad.