domingo, 26 de octubre de 2008

MERKEL Y SARKOZY, CUANDO DEL PROTOCOLO ENTRE HOMÓLOGOS SE PASA AL TRATO ENTRE AMIGOS


Hace unos días saltaba una noticia a los medios de comunicación que resultó ser falsa. Según publicaba un diario suizo, la canciller alemana Angela Merkel se había quejado oficialmente de las muestras afectuosas que le dispensaba el Presidente francés Sarkozy. La información aunque falsa era aparentemente creíble puesto que se apoyaba en una realidad: las diferencias culturales entre dos naciones: Francia y Alemania.


El saludo más utilizado en todo el mundo es el apretón de manos. Saludar y dar la mano es mundialmente aceptado y por tanto es el modo correcto de saludarse entre jefes de Estado y de Gobierno. Sarkozy va más allá y abandonando esta norma siempre propina besos y abrazos a la alemana Merkel. Sin embargo, este trato más familiar no se debe en este caso a diferencias culturales entre países. La afectividad surge de la amistad y el trato continuado, algo obvio entre Sarkozy y Merkel cuyos encuentros son cada vez más numerosos. Más allá de ser homólogos en tarea de Estado, son vecinos geográficamente, compañeros en la Unión Europea y en el G8 y aliados en la OTAN. Este hecho propicia que prácticamente todos los meses compartan reuniones, actos conjuntos, copa y mantel. Además, actualmente debido a la crisis prácticamente están día sí y no juntos. Esa cercanía y trato constante repercute en el protocolo del trato y del estandarizado apretón de manos entre colegas es comprensible que se pase naturalmente a los besos en la mejilla y los abrazos afectuosos. Por otro lado, saltarse el protocolo en tiempos de crisis es una herramienta importante para dar cercanía y confianza, una estrategia de imagen de primer orden.


Respecto a las diferencias culturales, que en este caso son meras anécdotas sí que existen entre los dos países. Los franceses son de gestos más cariñosos y más amigos de tocar y besar a quien aprecian. Por el contrario, los ingleses y los alemanes, son mucho más fríos y distantes.
Las investigaciones del zoólogo y antropólogo británico Desmond Morris han demostrado, por ejemplo, que los árabes, los países mediterráneos y africanos pertenecen a culturas "de contacto", y por otro lado norteamericanos, escandinavos, anglosajones y asiáticos pertenecen a culturas de "no contacto".
La efusividad francesa choca de lleno con la alemana en donde el saludo tradicional no pasa de ser un apretón de manos y una mirada intensa. Sin embargo, en Francia este saludo resulta demasiado frío entre personas con un trato frecuente como es el caso de Sarkozy y Merkel, por lo que los franceses consideran que dos besos en la mejilla serían más apropiados.
En la cultura alemana el contacto físico en público o entre amigos no es tan habitual como en los países mediterráneos. Angela Merkel además ha crecido y vivido en la ex RDA y es protestante, lo que implica una cierta austeridad en la exhibición física de los sentimientos y una natural distancia entre los individuos, elementos muy alejados de la personalidad del líder galo.

LA CORBATA, UNA HERRAMIENTA DE COMUNICACIÓN



HISTORIA DE LA CORBATA

Antecedentes
Los antiguos egipcios ataban a los difuntos, un pedazo de tela alrededor del cuello para que la diosa Isis les protegiera en la otra vida
Los oradores romanos usaban una prenda denominada focale, para protegerse del frío parecida a una bufanda. Incluso el friolero emperador Augusto tenía la focale, pero sólo se la ponía en su palacio, nunca en público.

Origen
Realmente el origen de la corbata nace en Croacia. Según la tradición oral, las niñas y las mujeres, que a menudo acompañaban a los jóvenes y maridos a la guerra, les daban pañuelos, una especie de recuerdo de consuelo para las situaciones peligrosas. Era el signo de que estaban en sus pensamientos y en sus rezos. Al llevar este pañuelo, el hombre mostraba que apreciaba mucho a su elegida, caracterizada como alguien de su corazón.

Francia pone de moda la corbata
Como narra Francoise Chaile en su libro “La Gran Historia de la Corbata” (Flamarion, París, 1994), alrededor del año 1635, unos 6 mil soldados y caballeros vinieron a París para dar su apoyo a Louis Xlll y a Richelieu. Entre ellos había un gran número de soldados croatas que, permanecieron al servicio del rey francés. Estos soldados llevaban pañuelos atados alrededor de sus cuellos. Este elegante "estilo croata" inmediatamente conquisto a los franceses y comenzó a ser utilizada por los funcionarios franceses que preferían utilizar este pañuelo antes que el cordón tradicional cordón que además de ser de color blanco tenía que ser cuidadosamente almidonado.

Alrededor del año 1650, durante el reino de Luis XlV, , Tanto gustaron al monarca francés que diseñó para el regimiento real un pañuelo con la insignia Real, al que denominó Cravette, proveniente del vocablo Crabete, que significa Croata. Al regimiento se le conoció como el Royal Cravette. Pronto la idea se extendió y la denominada cravate se impuso como símbolo de cultura y elegancia.

Pronto la idea se extendió y cruzó el canal haciéndose un hueco en Inglaterra y de ahí a las colonias americanas.
Napoleón, llevaba siempre corbata negra con borde blanco, hasta que la mañana del 18 de Junio de 1815 decidió cambiarse de corbata, perdiendo ese día la batalla de Waterloo, según indica el señor Beausset, prefecto de palacio.

En los primeros años del siglo XIX la forma de la corbata empezó a acercarse a la actual, aunque fuera más voluminosa y existieran sólo tres colores: gris, negro y blanco.

A principios del siglo XX Europa comienza a fabricarlas. Aunque muchos historiadores predecían la desaparición de la corbata (no tenía sentido llevar un "trozo" de tela al cuello), la corbata perdura hasta nuestros días. A pesar de los detractores, la corbata y la camisa comienza su evolución de forma conjunta para lograr su mejor armonía y la corbata pasó a ser un signo distintivo entre las clases más acomodadas.



La corbata moderna existe, en su forma actual, desde 1924 ya que Jesse Langsdorf, fue el primero en cortar la tela en diagonal para lograra el menor desperdicio posible de tela. Patentó su invento y más tarde lo vendió en todo el mundo. Hoy en día, la mayoría de las corbatas se confeccionan de esta manera.

La auténtica corbata croata se sigue fabricando en Croacia, en la ciudad de Zagreb. La compañía prestigiosa Kravata-Croata sigue la antigua tradición de fabricar este artículo en seda italiana y se ha transmitido de generación en generación, y es en el sentido cultural, la señal que identifica a una nación. Hoy las medidas habituales de una corbata actual varían entre los 130 a 150 cms, aproximadamente.

Hoy la corbata es un elemento obligatorio en la vestimenta masculina. En el mundo de los negocios es un uniforme, en ambientes solemnes y formales es una necesidad, en la política es parte del protocolo.

LAS CORBATAS COMUNICAN
"Una corbata bien anudada es el primer paso serio de la vida"Oscar Wilde. Una mujer sin importancia. 1893.

Según el sociólogo Acer Diecs, la corbata puede reflejar de forma bastante precisa la personalidad de un hombre. En función de los colores utilizados, estampados, e incluso el nudo, nos puede dar una "pista" sobre aspectos básicos de su personalidad.


La persona puede reflejar en este complemento su estado de ánimo, su carácter .... De hecho, puede revelar mucho más de lo que nos podemos imaginar.


La corbata puede revelar varias cosas acerca de quien la usa. Los colores fuertes y alegres denotan, por ejemplo, una personalidad extrovertida. Algo similar puede decirse de aquellos que optan por adornar sus cuellos con estampados llamativos o lunares de diversos diámetros.


Se deberá optar por corbatas lisas siempre que la camisa tenga rayas o cuadros muy marcados.


El diseño más clásico es el de la corbata de rayas. Si es de rayas discretas, a ser posible dominando el azul o el gris, es la corbata perfecta para ir a negociar, algo que sabe muy bien Alfredo Pérez Rubalcaba.


El color de la corbata puede revelar varias cosas acerca de quien la usa. El color es parte del lenguaje del sentimiento. Los colores fuertes y alegres denotan, por ejemplo, una personalidad extrovertida.


La psicología de los colores fue estudiada por grandes maestros como Goethe o Kandinsky y actualmente es una herramienta sabiamente utilizada por los asesores de imagen. Hoy sabemos que el paralenguaje del color de nuestro atuendo va más allá de las tendencias de la moda y del gusto personal. Cada individuo tiende a elegir para vestirse un color u otro en función de lo que quiera comunicar a los demás y también de acuerdo a lo que desee que el propio color le infunda, inspire e incluso compense. Esa elección nos da pistas de cómo pretende interactuar, que imagen o sensación quiere provocar, mientras que de manera inconsciente nos desvela su carácter, su personalidad y su estado de ánimo.


De manera general a los colores cálidos de la gama de rojos y amarillos se les considera colores salientes porque los percibimos más llamativos y próximos. Por el contrario, los colores de la gama de los azules se les llama entrantes, porque los consideramos más distantes y discretos.


El rojo es identificado con el poder y era el color elegido por los generales y los emperadores romanos. Evoca fuerza, valor, guerra, euforia y peligro, y en consecuencia, también la necesidad de actuar y tomar decisiones rápidas. Biológicamente, las células cónicas de nuestro nuestros ojos están dotadas para detectar mejor el color el rojo que otros colores.
Todo ello nos lleva a concluir que el rojo es elegido por las personas que quieren llamar la atención, demostrar su poder, forzar una decisión y exaltar su competencia. No lo dude, si quiere destacar incorpore el rojo a su atuendo. Quien lo viste experimenta una elevación del pulso y una mayor producción de adrenalina, lo que aumenta su energía vital. Por cierto, que es sabido que a nivel comercial el rojo activa el apetito.


El azul es el preferido por la mayoría de los líderes, siendo el color mayoritariamente utilizado como comodín de discreción. Este color se le asocia con las cualidades intelectuales como la inteligencia y la concentración y transmite seriedad, confianza y seguridad tanto a quien lo lleva, como a quien lo observa.


Dicen los psicólogos que favorece la paciencia, y la amabilidad y estimula las hormonas tranquilizadoras del cerebro. Por este motivo, es el idóneo para utilizar cuando deba hacer predominar la fría razón frente a la pasión. Presente en muchos uniformes, es también el color de la prenda más vestida a nivel mundial: los tejanos, cuyo azul ha conseguido representar toda una visión del mundo.

En entornos profesionales el azul significa seguridad, éxito, elegancia y discreción. Internacionalmente es también el color de la paz. Una bandera azul es el símbolo de la unión pacífica, si le acompañan doce estrellas identifica a la Unión Europea y si corona la testa de los soldados los identifica como cascos azules de la ONU.


El tono violeta está de moda y es el preferido por la Vicepresidenta del Gobierno Español, Doña Teresa Fernández de la Vega, quien en todo su amplio abanico cromático (del malva al morado) lo aplica en su vestuario.
Tradicionalmente, comunica espiritualidad, profundidad, experiencia, calma y dignidad, propiedades necesarias en un puesto como el suyo de fuego cruzado entre los diferentes Ministerios.


Es favorecedor según los estilistas y primo hermano de los colores pasteles es un tonalidad evocadora y repleta de simbología. En los Católicos remite a la discreción y penitencia de las celebraciones de Adviento y Cuaresma. Además, es el color representativo de la lucha de la mujer por sus derechos y que colorea el 8 de marzo, día de la mujer trabajadora en recuerdo de las 129 mujeres de una fábrica textil de Nueva York que en 1908, mientras confeccionaban tela violeta, fueron asesinadas por declararse en huelga.
También el morado tiene su franja en la bandera de la Segunda República Española y hasta en el nuevo logo de la aún estatal RENFE, que ha apartado de la vía su clásico azul.


Así pues el morado-malva-violeta tiene en España connotaciones republicanas, feministas e incluso con tintes penitentes.


En Gran Bretaña Tony Blair, ha optado por el malva como color de la socialdemocracia. Curiosamente, meses después, este color se apoderaba de la iluminación nocturna de algunos edificios en Londres e incluso de la librería de la galería de arte Tate Modern. Bien es verdad, que tal vez Blair lo haya elegido para simbolizar el medio camino entre el rojo de los laboristas y el azul europeo. ¿Es entonces el naranja del PP un color intermedio, a caballo entre el amarillo-gualdo y el rojo socialista?

Lo que comunican los colores en la corbata: ¿Cuál es el color dominante de la corbata más idóneo para cada ocasión?



•Rojo: Si quiere llamar la atención, exaltar su competencia y coraje y cuando quiera que los demás tomen decisiones rápidas. Influye en quien lo lleva suscitándole valor y coraje.



•Naranja: Para transmitir acercamiento, vitalidad y optimismo vital. Si la tonalidad es muy fuerte e intensa provoca cansancio en nuestros interlocutores.



•Amarillo: Ideal para tratar temas financieros, firmar contratos y hablar en público. Nos aporta claridad en nuestras exposiciones.



•Verde: Comunica naturalidad y seguridad. Sólo cuando se trata de un verde llamativo deberá ser interpretado como un rojo encubierto.



•Azul: Para acentuar su seriedad, sabiduría, elegancia y profesionalidad. Aporta seguridad y profesionalidad a quien lo viste.



•Gris: Transmite respeto y solemnidad. Quien lo lleva quiere pasar desapercibido, salvo que incorpore tonalidades plateadas, en cuyo caso emite tintes de fiesta o celebración.



•Violeta: Aporta un aire moderno y cosmopolita cuando es de color claro, pero denota ganas de protagonismo mundano en sus versiones más “nazarenas” y brillantes.



•Marrón: Denotará tibieza, falta de apasionamiento e incluso cierto ocultismo que puede ser consecuencia de una actitud reservada.



•Rosa: exhibe bondad con guiños de pícara inocencia. Connota primavera, alegría y juventud con un sutil aire transgresor, pero con reparos claramente conservadores.



FAMOSOS Y CORBATAS
Frank Sinatra tenía una colección de 500
Bing Crosby sólo utilizaba corbatas de la de rayas anchas
Mick Jagger es un apasionado de las corbatas de cuero rojas.
Aristóteles Onassis creó su propio nudo para las corbatas