Una vez en la aeronave las cosas se complican y el protocolo y las buenas maneras pasan sin duda por su prueba de fuego.
Un espacio reducido, ambiente artificial y ánimos tensos hacen de cualquier pequeño detalle todo un mundo.
Apague su teléfono móvil, corresponda al saludo de bienvenida que le dará la tripulación y evite emprender en ese momento una charla con ellos, hecho que frenaría la fila y supondría un incordio para los demás viajeros.
Equipaje de mano
Al llegar a su asiento o colocar el equipaje de mano sea diligente y pida disculpas por la irremediable parada que provoca en el pasillo del avión.
Los viajeros de un vuelo son una babel volante en donde el respeto mutuo debe imperar, porque cualquier desatino minúsculo incomodará al resto y tenderá a convertir en huracán un nimio soplo de aire.
No dude en ayudar a alguien cercano a usted que tenga dificultades al colocar su equipaje en los compartimentos superiores.
A la hora de sentarnos…
Al incorporarse a su fila de asientos, compruebe que es realmente su número y letra y salude cortésmente a sus compañeros de viaje. Para facilitar el paso a otro viajero salga de su asiento sin dilación.
Si viaje en clase turista el espacio es siempre escaso. No invada el de los demás.
Si mueve la salida del aire o enciende la luz para leer durante el vuelo pida antes permiso a sus compañeros de fila.
Siéntese con los codos alineados al cuerpo, piernas replegadas y movimientos suaves y realizados con sumo cuidado de no molestar serán la clave.
Jamás se quite los zapatos. Además de ser impresentable luego apenas podrá calzarse de nuevo, pues los pies se le habrán hinchado durante el vuelo.
Si va a dormir y viaja en turista no recline su asiento porque el espacio es tan reducido que creará molestias al pasajero de detrás.
Si sabe que ronca, o bien evita dormirse, o bien se toma algo para evitar el ruido. Créame que existen medicamentos que ayudan a contener las sinfonías oníricas.
Viajar con niños
Si viaja con niños hágales saber que el volumen de voz debe ser de susurro y lleve algo para entretenerlos: lápices y papel obran milagros. Cuidado con las conversaciones que inicie con sus vecinos de asiento.
Conversaciones en los vuelos
Procurar centrarse en los temas intrascendentes que no degeneren en posibles enfrentamientos son los más adecuados.
Ni que decir tiene que está prohibido hablar de desastres aéreos.
Por si no lo sabe, uno de cada tres pasajeros de avión pasa miedo en algún momento del vuelo. Como dijo Orson Welles, “Cuando se viaja en avión solamente existen dos clases de emociones: el terror y el aburrimiento”.
Lectura y más lectura.
Si ha adquirido un periódico y ya lo ha leído ofrézcaselo a sus compañeros que se lo agradecerán, máxime cuando ya en muchas compañías no los reparten.
Síndrome de la clase turista
Una Trombosis Venosa profunda que afecta a quienes realizan largos viajes en avión y que puede llegar a provocar la muerte .
En el año 2001, la muerte de la joven galesa de 28 años Emma Christofferson, tras realizar un vuelo de 20 horas, desató la alarma. La joven falleció instantes después de que su avión, procedente de Australia, aterrizara en el aeropuerto londinense de Heathrow.
Los resultados de la autopsia revelaron que la causa de su muerte había sido un trombo embolismo pulmonar, provocado por permanecer durante un largo período
Los medios de comunicación se hicieron eco de la tragedia y nació, así, lo que hoy se conoce como el síndrome de la clase turista, en inglés Economy Class Syndrome.
¿Todos podemos sufrirla?
Sí. Se calcula que el 10% de las personas que viajan en vuelos de más de ocho horas, la ha desarrollado.
Los mayores de 40 años, las personas con problemas de circulación y con varices; los fumadores, los obesos, y las embarazadas son algunos de los grupos con mayor riesgo. Pero puede afectar a cualquier persona que permanezca inmóvil durante muchas horas.
¿Qué podemos a hacer para evitarlo?
Como recomendaciones para pasajeros que vayan a permanecer en el aire más de cuatro horas, es recomendable:
· Usar medias elásticas o de compresión que faciliten la circulación sanguínea.
· Mantener una buena hidratación. Beber mucho líquido antes y durante el vuelo, y no abusar del alcohol.
· Dar paseos cada una o dos horas.
· Evitar estar sentado. En su defecto, hacer ejercicios desde el asiento, estirando y levantando las piernas cada hora; no cruzarlas, porque obstaculizaría el recorrido de la sangre. Mover los dedos de los pies y los tobillos.
· Llevar ropa ligera, abstenerse de utilizar ropas y calcetines ajustados, que bloquean la circulación.
· Tomar una aspirina de 100 miligramos dos o tres horas antes de iniciar el vuelo, consultando previamente con el médico.
Como lo ideal es movernos ¿Qué hacemos si nos tenemos que levantar?
Si tiene que levantarse de su asiento hágalo con cuidado y agradezca que le faciliten el paso.
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